Emociones que destruyen

Las decisiones marcan nuestras vidas. En ocasiones una mala decisión destruye todo lo bueno que hemos hecho por años. Debemos tomar decisiones con la razón y no con las emociones (Bowen).
Nuestra vida requiere que usemos más la razón para nuestros actos. Debemos controlar las emociones.
En todas las facetas de nuestra vida debemos manejar la ira, el enojo y otras pasiones que nos pueden gobernar.

Hay que tomar tiempo fuera y calmarnos. Debemos sopesar el daño que nuestras decisiones nos pueden causar y el que provocamos a quienes amamos.
La Terapia Familiar nos ayuda a mejorar nuestra diferenciación, la capacidad de separar las emociones de la razón.
Así dejamos que lo intelectual nos guíe y controlamos el piloto automático que controla las emociones de quienes tienen baja diferenciación.